❤ Prisoner of Fear ❤

Era una habitación oscura, y hasta tétrica. Las paredes parecían agujeros, portales que conducían a infinidades lugares del Universo. Y la luz era tenue. Nada podía verse con exacta claridad; parecían objetos que se desvanecían con la nada. El viento azotaba las ventanas con fiereza, mientras que los truenos descargaban su furia total. Y ELLA, en un rincón, abrazando sus piernas sin poder controlar el escalofrío que recorría por su cuerpo. ¿Qué podía hacer?, se preguntaba con frecuencia. 

Sus manos estaban atadas con finas láminas de papel; podía rasgarlas con facilidad, ¿pero qué sucedería después?, ¿y si hacía mal al hacerlo? 

La puerta estaba cerrada. No podía ver lo que estaba del otro lado; tan solo se apreciaba una pequeña luz que se desbordaba por los bordes. Y a unos centímetros de ELLA, una llave. La llave que la conduciría a través de la puerta del quién-sabe-dónde. ¿Pero qué había más allá?, ¿y si era peligroso?

Y de esa manera, siguió con la misma postura, con la misma mirada vacía, y con las mismas lágrimas desplazándose por sus mejillas. ¿Por qué no rompía sus cadenas?, ¿por qué no tomaba la llave y se liberaba? ... ¿por qué a todo se interponía un "pero..." o un "y si..."?

¿Qué podía hacer, se preguntaba ELLA? Pues podía hacer mucho. Tan solo le faltaban agallas.

ELLA era prisionera de sí misma.